Salvando los Humedales de Manglar de México
Ducks Unlimited de México está liderando esfuerzos para conservar estos hábitats costeros tan importantes para la invernación de aves acuáticas migratorias así como para otras especies silvestres y humanos.
Por Jennifer Boudart

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Los manglares crecen en los humedales costeros de latitudes tropicales y subtropicales. Estas plantas leñosas florecen en la zona intermareal, donde hay un intercambio natural de agua dulce y agua salada. Son el soporte de increíbles ecosistemas biodiversos que sostienen cientos de especies de fauna silvestre y proveen una riqueza de valiosos servicios ambientales. Benefician economías locales al proveer sitios de protección y crianza para peces, cangrejos y camarones comercialmente importantes. Además, sirven como barreras contra tormentas, reducen la erosión costera, captan carbono y mejoran la calidad del agua al filtrar contaminantes y retener sedimentos.
México se encuentra entre los países más ricos en manglares. Más de 800,000 hectáreas de pantanos de mangle se distribuyen entre sus costas del Pacífico y del Golfo. Cerca de dos tercios de los manglares de México se encuentran en la costa del Golfo, principalmente en la Península de Yucatán. Estos son hábitats importantes para aves acuáticas migratorias y residentes, que son atraídas por la abundancia de algas e invertebrados que se encuentran entre los manglares y las camas de pastos acuáticos que son una parte muy importante de estos ecosistemas.
De las 31 áreas prioritarias que Ducks Unlimited de México (DUMAC) ha identificado como las principales áreas para la invernación de aves acuáticas migratorias, al menos 21 son ecosistemas costeros con humedales intermareales de bosques de manglar. Entre las aves acuáticas que dependen de estos hábitat, se incluyen a la cerceta de alas azules, cerceta de alas verdes y cerceta canela, pato cabeza roja, pato coacoxtle, pato cucharón, pato golondrino, pato boludo menor, pato calvo y pato pinto. De hecho, 80 por ciento de la población continental de cerceta de alas azules inverna en o utiliza los manglares como un hábitat de paso en su vuelo migratorio hasta los países de Centro y Suramérica, a través de la Península de Yucatán.

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Mantener estos ecosistemas es crucial para las aves acuáticas migratorias, ya que la abundancia de comida que estos humedales proveen permite a estas aves reabastecerse de reservas de grasa y regresar a sus sitios de reproducción en buena condición. A pesar de ser protegidos federalmente, los manglares se mantienen vulnerables a los impactos negativos de las actividades humanas que alteran la hidrología de estos ecosistemas, por lo que muchas áreas de manglar se han perdido en el país. Cuando el intercambio de agua salada y agua dulce es interrumpido, los cambios resultantes en los niveles de agua –aún de solo unos pocos centímetros– a la par del aumento de salinidad en suelo y agua, puede provocar la muerte del manglar.
Para revertir la pérdida de estos hábitats vitales, DUMAC impulsó su programa de restauración de manglares en 1995. Como explica Eduardo Carrera, CEO de DUMAC, “Tradicionalmente, la restauración de manglares se centraba en sembrar plántulas de manglar en áreas que han sufrido algún tipo de destrucción. Desafortunadamente, la mayoría de esas plántulas mueren porque la hidrología no ha sido restaurada. Más que sembrar plántulas, DUMAC trabaja en restaurar la hidrología y reducir los niveles de salinidad en sus sitios de proyecto. Los manglares que aún están presentes se reestablecen naturalmente en unos cuantos años”.
Típicamente, la labor del Proyecto implica la construcción de alcantarillas en carreteras tipo terraplén que han interrumpido el flujo natural de agua o la excavación de canales para restaurar la hidrología. DUMAC contrata población local para participar en el trabajo de restauración – otra innovación del programa. “Es muy importante involucrar a la gente local en estos esfuerzos. Ellos reciben un ingreso económico por su trabajo y a través de esto, desarrollan un sentido de pertenencia”, comenta Carrera. “La población se compromete en proteger el área de ser dañada nuevamente”. Los proyectos ya terminados proveen otras oportunidades económicas a las comunidades locales, tales como pesca de subsistencia y la posibilidad de llevar a cabo actividades de ecoturismo.
A lo largo de la costa Pacífico, la mayoría de los proyectos de DUMAC abordan los impactos de granjas de camarón, que han causado grandes pérdidas de bosques de manglar. Estas granjas a menudo son abandonadas en unos cuantos años porque el pH del suelo es alterado a tal grado que criar camarón se vuelve imposible. DUMAC trabaja en esos sitios para remover viejos embalses, restaurar el pH del suelo y reconfigurar los canales para reducir los niveles de salinidad. En pocos años, los manglares de esos lugares pueden restaurarse en su totalidad.
Gran parte de la pérdida de manglar en la costa del Golfo de México es resultado de cambios en hidrología provocados por el desarrollo urbano. Los ecosistemas de manglar en la Península de Yucatán son particularmente vulnerables porque no hay ríos o lagos que les provean agua dulce. La construcción de caminos, puertos, hoteles y otra infraestructura, una y otra vez corta a los manglares de sus fuentes de agua dulce, acelera la sedimentación y causa la salinización.

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El Proyecto de Isla Arena en Campeche es uno de seis proyectos llevados a cabo por DUMAC en la Península de Yucatán para revertir estas amenazas. Isla Arena se ubica dentro de la Reserva de la Biósfera Ría Celestún, una de las áreas más importantes de la región del Golfo de México para la invernación de aves acuáticas migratorias y aves playeras. A través de un proyecto, DUMAC ha restaurado la hidrología natural de más de 6,000 hectáreas de humedales costeros de manglar.
Los manglares que rodean Isla Arena han sido impactados negativamente por un camino construido alrededor de cuatro décadas atrás. Menos del 1% de los casi 16 kilómetros que componen dicho camino incluyen alcantarillado que permita el flujo de agua dulce hacia los manglares, y esas pocas alcantarillas fueron colocadas en áreas que no coinciden con los drenajes naturales. Estos limitados aportes de agua dulce, cambiaron el nivel, frecuencia y sincronización de las inundaciones, y aumentó la salinidad en los humedales de manglar.
Para abordar estos problemas, DUMAC instaló siete alcantarillados a través del camino, para restaurar el intercambio de agua dulce y agua salada de y hacia el Golfo. Más de 160 residentes locales fueron contratados para construir cerca de 23 kilómetros de canales, que ayudaron a incrementar la conexión de agua dulce y, con el tiempo, a reducir los niveles de salinidad intersticial.
En total, DUMAC ha restaurado la hidrología de más de 12,500 hectáreas de humedales con la subsecuente generación de 2,225 hectáreas de manglar en Yucatán, lo cual representa el 20% de los manglares perdidos en esta región. El financiamiento para estos proyectos proviene principalmente de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR). “Hemos recibido fondos de CONAFOR por casi cada proyecto de restauración de manglar en el que hemos trabajado hasta la fecha”, dice Gabriela de la Fuente, Gerente General de DUMAC, menciona que la Acta Norteamericana para la Conservación de Humedales, (NAWCA, por sus siglas en inglés), es otra fuente principal de financiamiento.
El trabajo de DUMAC en la conservación exitosa de ecosistemas de manglar y de otros hábitats de aves acuáticas migratorias en México, es crucial para el éxito de la misión de Ducks Unlimited, afirma Craig LeSchack, Director Nacional de Conservación de DU. “DUMAC juega un increíble rol en México en el área de conservación de aves acuáticas migratorias”, recalca. “El gobierno federal mexicano y los estados reconocen la experiencia de DUMAC. Confían en la habilidad de DUMAC para hacer rendir su dinero para entregar más conservación. Sucesivamente, DUMAC hace posible la misión continental de DU de cuidar el ciclo de vida completo de las aves acuáticas migratorias”.