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Un Año de Sequía y sus consecuencias para las Aves Acuáticas Migratorias

México ha sido históricamente un país que provee de hábitat tanto costeros como interiores, que son fundamentales para completar el ciclo de vida de muchas especies de aves acuáticas migratorias provenientes de Estados Unidos y Canadá. Patos y gansos, que escapan de condiciones ambientales adversas en los países del norte, vienen en su vuelo migratorio hacia el sur, buscando áreas que tengan las condiciones adecuadas que les brinden un hábitat para descansar y alimentarse durante la época invernal. Sin embargo, las condiciones del hábitat dependen de factores ambientales favorables, principalmente de las precipitaciones. Estas permiten alcanzar la superficie y los niveles de inundación necesarios para el crecimiento de plantas e invertebrados acuáticos, que se ven afectados cuando no se producen lluvias suficientes durante la temporada.

De manera particular, el verano de 2023 en México no solo fue el más cálido de los últimos 33 años, con temperaturas que superaron en 1.7°C el promedio registrado desde 1991, sino que también mantuvo una tendencia a superar la temperatura normal observada desde el año 2005. Además, las precipitaciones fueron considerablemente menores en gran parte del territorio nacional, lo cual afectó de manera directa la condición de los humedales en el país.

Durante la temporada de lluvias de 2023, las precipitaciones disminuyeron un 21% en comparación con el promedio registrado desde 1991. Esta reducción y el incremento de las temperaturas prolongó y generó severa sequía en gran parte del territorio; no solo afectando los aspectos socioeconómicos, como la pérdida de pastos para la ganadería o las pérdidas agrícolas, sino también generaron impactos negativos en los ecosistemas, particularmente en los humedales que dependen de la cantidad de agua que escurre por la cuenca.

Comparación de la precipitación media anual 2023 y climatología (precipitación media anual) 1951 a 2010. Con datos de la Comisión Nacional del Agua, 2024.

La extensión de la sequía, por el déficit de precipitación durante el año 2023 impactó de manera directa a los humedales estacionales, que dependen de las lluvias para generar la extensión y la calidad de hábitat de la que dependen las especies migratorias. Esta situación se evidenció en humedales como las Lagunas de Babícora, Bustillos y Mexicanos en Chihuahua; la Laguna de Santiaguillo y los humedales de las Ciénegas de Málaga en Durango, así como la Laguna de Santa Ana y la Zacatecana en Zacatecas, por mencionar algunos casos en la región del Altiplano Norte.

En la región Altiplano Central, la Laguna de Sayula en Jalisco, el Lago de Cuitzeo en Michoacán y las presas Zumpango y Huapango en el Estado de México, que también dependen de los escurrimientos superficiales que se generan por las lluvias, experimentaron una reducción significativa de la superficie inundada y de la duración de las condiciones de inundación.

Además, por la falta de actividad ciclónica durante el verano pasado, los humedales de agua dulce adyacentes a la Laguna Madre de Tamaulipas, de los que dependen varias especies de aves acuáticas en la región costa del Golfo, no recibieron suficientes aportes hídricos para mantenerse inundados, afectando la distribución de las aves acuáticas en la región.

Fotografía aérea. Sequía en Laguna de Mexicanos, Chihuahua, febrero de 2024.

Una consecuencia adicional de la disminución de las precipitaciones ha propiciado la propagación de incendios, no solo en áreas forestales, sino también en los humedales, como los pasados incendios registrados en la Laguna de Atotonilco en Jalisco, Lago de Cuitzeo en Michoacán, Lago de Zumpango en el Estado de México o dentro del Área Natural Protegida Los Penitentes en Campeche, por mencionar algunos.

En contraste, algunos de los humedales que dependen de las precipitaciones en la Península de Baja California y Sinaloa, por ejemplo, los que se encuentran en Bahía Santa María, registraron condiciones favorables para las aves acuáticas migratorias, principalmente debido a la entrada de los ciclones tropicales Hilary y Norma que se hicieron presentes al final de la temporada de lluvias en la costa del Pacífico Norte. De manera similar, en Estados Unidos y Canadá, la sequía que se ha presentado desde el año 2022 en diversas regiones ha provocado un impacto negativo en los humedales,reduciendo las áreas anidamiento y afectando el éxito reproductivo de las aves acuáticas migratorias, que de acuerdo alServicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos (USFWS), durante el 2023 la sequía provocó una disminución en la población de aves acuáticas, siendo 7% menor con respecto al año 2022.

Ante el panorama actual de la sequía en México y dada la necesidad de continuar con la generación de información base que apoye la planeación y toma de decisiones relacionadas a las estrategias de conservación de las aves acuáticas migratorias y su hábitat en México, el pasado mes de febrero se llevó a cabo el conteo nacional de aves acuáticas migratorias que DUMAC ha coordinado de manera anual desde el año 2018. 

Sin embargo, ante la sequía que se presentaba en las regiones del Altiplano Norte y Altiplano Central, el conteo de este 2024 se restringió a las regiones de la costa del Golfo y costa del Pacífico Norte, ya que en esas regiones es en donde se presentaron condiciones más estables para albergar aves acuáticas migratorias.

Como resultado de este esfuerzo de monitoreo, se registró que el 82% de la población de aves acuáticas correspondió a patos cucharon, cerceta de alas azules, cerceta canela, golondrino, pato pinto, pato boludo menor, pato cabeza roja, pato monjita, branta negra del Pacífico y ganso nevado.

La estimación de la población de aves acuáticas migratorias que se registró durante el monitoreo 2024 en las regiones prioritarias costa del Golfo y costa del Pacífico norte, fue inferior a lo esperado, siendo 13% y 28% menor respectivamente, en comparación con los registros del conteo del año 2023. En la región Golfo, la estimación de patos buceadores fue un 35% menor con respecto a la estimación del año pasado, siendo el pato boludo menor y el pato cabeza roja las especies que presentaron una reducción significativa.Cabe destacar, que la población estimadase mantuvo por debajo de la abundancia promedio de acuerdo con los datos históricos del USFWS (1977 – 2006).

En nuestro país, reducción en la estimación de aves acuáticas durante el conteo de febrero de 2024 no significa que la población de aves haya disminuido, si no que al menos en el altiplano norte y altiplano central las aves acuáticas no encontraron hábitat disponible durante la temporada de invierno, por lo que se distribuyeron en otros humedales que presentaban una mejor calidad.

Aves acuáticas migratorias haciendo uso de humedales estacionales en la costa del Pacífico norte. Febrero de 2024.

Mas allá del impacto socioeconómico y ambiental que puede causar la sequía en nuestro país, también nos enfrentamos a distintas amenazas que afectan el hábitat de las aves acuáticas migratorias y residentes como lo son: el crecimiento urbano, el cambio de uso de suelo, los niveles de contaminación en las cuencas y la pérdida de humedales.

Y aunque la sequía conlleva diversas repercusiones, también desempeña un papel importante en el mantenimiento de la productividad en los humedales, ya que éstaestimula la descomposición demateria orgánica y el reciclaje de nutrientes, lo que mejora la calidad del suelo, que a su vez incrementa la productividad de invertebrados y de vegetación,brindando hábitat de calidad para las aves acuáticas cuando las lluvias se hacen presentes.

Sin embargo, si no se realizan acciones que garanticen la conservación y el manejo apropiado de los humedales, estos procesos naturales, como la sequía y lluvias, no serán suficientes para contrarrestar las amenazas mencionadas;además, es importante que los diferentes niveles de gobierno y la sociedad civil en conjunto tomen conciencia de la necesidad de establecer políticas y acciones de restauración, mejoramiento y protección de humedales como hábitat para las aves acuáticas migratorias y residentes. Independientemente de las precipitaciones y de los procesos naturales de la sequía, las aves acuáticas migratorias necesitan un hábitat productivo para completar su ciclo de vida durante el invierno en nuestro país, es por esto que en DUMAC continuamos con los esfuerzos de trabajo para la restauración, mejoramiento y protección de humedales como hábitat para las aves acuáticas migratorias y residentes.

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