Humedales

El concepto de humedal no es fácil de definir, debido en parte a la enorme variedad de tipos de humedales que existen a nivel mundial; a su carácter altamente dinámico; a la dificultad de definir con precisión sus límites y a su gran variación en tamaño, localización e influencia humana. Las definiciones que existen son abundantes y frecuentemente confusas o muy contradictorias. Sin embargo, es importante definir su significado tanto para aspectos científicos, como para el manejo apropiado de estos sistemas. Una de las primeras definiciones formales del término humedal, fue hecha en 1956 por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (USFWS por sus siglas en inglés), en una publicación que es referida como Circular 39 (Shaw y Fredine, 1956), y en donde se define de la siguiente manera: “El término “humedal” se refiere a las tierras bajas cubiertas por aguas someras y algunas veces temporales o intermitentes. Son nombrados de diferentes maneras como: pantanos, marismas, ciénaga, fangal, turbera, estero, etc. Se incluyen en la definición los lagos y las lagunas someras usualmente con vegetación emergente como característica distintiva, pero no así las aguas permanentes de arroyos, presas y aguas profundas de los lagos. Tampoco se incluyeron las zonas inundables que son tan temporales que tienen poco o nada de efecto en el desarrollo de suelos húmedos.”

Los Canadienses poseen una vasta región cubierta de humedales, por lo que han desarrollado una definición específica para su país. En 1979, Tarnorai presentó una definición que es utilizada hoy en día por el Registro de Humedales Canadienses y define a los humedales como “las tierras que presentan un espejo de agua cercano o arriba de la superficie terrestre, la cual está saturada por un período de tiempo suficiente para permitir el desarrollo de los procesos acuáticos típicos de suelos hídricos, vegetación hidrófila y varios tipos de actividades biológicas las cuales están adaptadas a ambientes húmedos”. A esta última, se le considera la definición para los humedales de Canadá, después de ser presentada formalmente en 1988, en el libro Humedales de Canadá.

La Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés) en la primera reunión de la Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional Especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas, mejor conocida como Convención Ramsar, adoptó una propuesta extremadamente amplia para determinar los humedales que se incluyen bajo su protección. En donde se definen los humedales como: “Las extensiones de marismas, pantanos, turberas o superficies cubiertas de agua, ya sea de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluyendo las extensiones de aguas marinas, cuya profundidad en marea baja no excede los seis metros”.

 

Además, esta definición adoptada desde 1971, establece que los humedales: “pueden incluir zonas ribereñas y costeras adyacentes a los humedales, así como las islas y cuerpos de agua marina, con una profundidad superior a los seis metros en marea baja, que se encuentren dentro del humedal” (Convención Ramsar, 1993).

Tal vez la definición más comprensible, surgió después de varios años de revisión, por parte de los científicos del USFWS. Esta definición se presentó en el reporte titulado “Clasificación de Humedales y Hábitats de Aguas Profundas de los Estados Unidos” (Cowardin, et. al., 1979), en donde se definen los humedales como: “áreas en donde la saturación con agua es el factor dominante que determina la naturaleza del desarrollo del suelo y del tipo de comunidades de plantas y animales que viven en el suelo o en su superficie. La característica que todos los humedales comparten, es que el suelo o el sustrato está al menos periódicamente saturado o cubierto con agua. Los humedales son áreas de transición entre los sistemas acuáticos y terrestres, en donde el nivel freático usualmente está a nivel de superficie o cerca de ésta, o la superficie está cubierta por aguas someras”.

Aún hoy en día, esta definición es una de las más aceptadas y está diseñada, tanto para científicos como para manejadores, ya que es amplia, flexible y comprensible, e incluye descripciones de vegetación, hidrología y suelos.

Es difícil encontrar una definición del término humedal que sea definitiva y que satisfaga a todos los usuarios. Esta variación es el resultado natural del enfoque diferente que cada usuario le da, de acuerdo al campo de estudio y de las diferentes maneras en que cada una de las disciplinas interactúa con los humedales, ya que depende en mucho de los objetivos y de la disciplina de interés de cada usuario.

Valor de los Humedales

Los humedales se encuentran entre los ecosistemas más importantes del planeta. Aunque es reconocido su valor para la protección de la pesca y fauna silvestre en general, algunos de sus otros beneficios no habían sido identificados sino hasta recientemente. Mitsch y Gosselink (1993) describen a los humedales como ” los riñones del planeta” por el papel que desempeñan dentro de los ciclos químicos e hidrológicos y porque funcionan como receptores de desperdicios, ya sean de origen natural o humano. Éstos actúan limpiando las aguas contaminadas, previniendo inundaciones, estabilizando la línea costera y como recarga de acuíferos subterráneos”. Además, los mismos autores consideran, que los humedales son valiosos como fuente de una gran cantidad de material químico, biológico y genético y tienen funciones de retención tanto de nutrientes, como de sedimentos y contaminantes; y sirven como estabilizadores de las condiciones climáticas locales, particularmente lluvias y temperatura.

 

Mitsch y Gosselink (1993) mencionan que también han sido llamados “el supermercado biológico”, ya que soportan una gran cadena alimenticia y una rica biodiversidad, y proveen de un hábitat único a una gran variedad de especies de flora y fauna”.

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